montserrat gómez osuna

La pintura tiene sus cosas

El universo plástico de Montserrat Gómez Osuna está dotado de un orden interno que parece guiado por una fuerte pulsión alimentada por la necesidad de pintar. Cuando se observan con detenimiento sus bodegones, da la impresión de que los elementos que los componen van emergiendo de manera orgánica a partir de una idea matriz. En el desarrollo de su característica iconografía, el motor intuitivo de la autora va de la mano de una sintaxis propia del lenguaje pictórico, en la que una determinada decisión conduce a la siguiente hasta que el conjunto adquiere su misterioso equilibrio.

Estas cosas del funcionamiento de su pintura han terminado desembocando en un proceso de objetualización de su imaginario. En ese diálogo que se establece entre lo casual y lo causal, la artista tomó el impulso, en pleno confinamiento por la pandemia, de utilizar un paquete de arcilla que guardaba en su estudio madrileño. Estando inmersa en una frenética actividad de trabajo inducida por esa situación de aislamiento, surgen sus primeras piezas en cerámica, a las que comienza a transferir el código visual de sus lienzos. En una secuencia espontánea, esa traslación toma un destino bidireccional, de tal manera que los elementos que integran sus cuadros adquieren fisicidad en objetos cerámicos y, en sentido inverso, sus creaciones en barro pasan a estar presentes en las dos dimensiones de sus cuadros.

Este viaje de ida y vuelta entre soportes y materiales lo continuó aplicando Gómez Osuna durante 2021 en la alfarería de los hermanos Javier y Óscar Velasco, en el municipio vallisoletano de Portillo, con motivo de su participación en el proyecto Re_hacer, organizado, como esta misma exposición, por el colectivo Néxodos. Los resultados de esa simbiosis entre la maestría artesanal y el nervio creativo de la pintora forman parte de esta serie de bodegones que integran la muestra en Espacio Nexo990 de Monzón de Campos (Palencia).

Esta colección de naturalezas muertas, pobladas de toda suerte de vasijas, botellas, jarrones y otros enseres de morfología imprecisa se ve animada, no solo por una vibrante gama cromática sino, sobre todo, al adquirir una entidad corpórea que al mismo tiempo es soporte de representación. El cuadro dentro del objeto dentro del cuadro… un verdadero bucle de expansión pictórica.

José Ignacio Gil. Monzón de Campos (Palencia), abril 2022

montserrat gómez osuna

aviso legal  /  política de privacidad /  política de cookies